Hace poco alguien me decia: "si yo tuviera .... yo no se lo diria a nadie", por el estigma que tiene eso. Eso puede ser cierto, sin embargo si nos educaramos y aceptaramos, entiendo que ocurrirían menos desgracias. Cuando conoces los porqués detrás de algunas acciones podemos entender, aceptar, comprender y/o ayudar. Aceptar un diagnóstico de salud mental va a variar según la edad o madurez que uno tenga o hasta el tipo de diagnóstico. Por ejemplo: si yo fuera un adolescente y me diagnostican con "hiperactividad" no es lo mismo a que me digan: "eres esquizofrenico" o ser un adulto y que le digan que tiene un diagnóstico de "ansiedad" a decir que tiene "autismo". Claro, no estoy comparando síntomas, simplemente hago la observación de que hay algunos diagnósticos que se ven mas "cool" frente a la sociedad que otros. Hay mas aceptación social y como somos seres sociales necesitamos esa aceptación.
Yo siempre "tuve algo", así que desde niña mis padres buscaron ayuda, pero nadie "daba en el clavo", nadie conseguía un diagnóstico que se ajustara a mi realidad para entonces buscar la ayuda apropiada. Hay que recordar que esta rama de la medicina no es tan fácil hacer un diagnóstico y puede ser tan beneficioso como dañino el dar uno. Así que no está fácil la "cosa". Entre diagnósticos pueden haber similitudes pero no necesariamente el tratamiento de uno favorece al otro y hay veces que hasta puede afectarlo más.
Recuerdo cuando me la doctora me dijo que era "posible que tuviera un diagnostico de trastorno bipolar", lo que significó para mi aquellas palabras. ¡Uff! Realmente fue fuerte aceptarlo, poco a poco fui leyendo, instruyéndome hasta que me di cuenta de que era "posible" que ella tuviera razón. El aceptar el diagnostico y aprender sobre el mismo me abrio la puerta a conocerme, aceptarme y buscar ayuda. Para mi, la meta siempre ha sido buscar funcionalidad, ser FUNCIONAL. No esperar depender de nadie.
Siempre he dicho que lo importante no es el "diagnóstico" sino la ayuda, además nunca he dicho "soy bipolar", sino "estoy diagnosticada con...". Cuando era maestra de educación especial en Autismo, les decía a los padres que sus niños no "eran autistas", sino que "tenían un diagnóstico de Autismo". La gente NO ES su diagnóstico. Muchas veces nos consumimos en los diagnósticos y no vemos que lo importante es buscar la ayuda y poder convivir junto a ese diagnóstico. Cada vez que escucho personas decir: "no puedo trabajar porque soy ansiosa", "no puedo tener a mis hijos y los cría una ... mía porque soy bipolar", me da mucha tristeza y hasta rabia porque la gente no deja de trabajar por ser diabéticos. Lo que pasa es que si tenemos condiciones de salud mental se ve distinto.
Una vez le reclame a un doctor el que yo no quería usar medicación de por vida y me preguntó: "¿Si fuera diabetes y tuvieras que tomar medicación te molestaría?" Entonces pude ver que el diagnóstico por salud mental tiene unas connotaciones distintas sin embargo sigue siendo un órgano del cuerpo que trabaja distinto o necesita una ayuda extra para funcionar. Una vez uno acepta, lo entiende y busca ayuda, puede funcionar mejor y esa debe ser la meta de todos.